La elección de los productos adecuados para nuestra vivienda es una decisión importante para conseguir el mejor confort y ahorro energético. En La Vivienda Eficiente somos conscientes de dicha necesidad, por ello basamos nuestra actividad en los principios del desarrollo sostenible, ofreciendo a nuestros clientes soluciones cómodas, innovadoras y eficientes en cuanto a consumo de energía en sus obras.
Los propios sistemas de construcción tienen la capacidad para reducir de manera extraordinaria la necesidad energética. La edificación puede ser una excelente energía renovable pasiva.
Cuando se habla de ahorro económico nos referimos a la vida del edificio, no al coste de partida. Al que promueve le sale algo más caro y al que vive le acaba saliendo bastante más barato. En el piso, el sobrecoste habría que imputarlo al precio inicial, pero en el futuro se va a decir: este edificio consume un treinta por ciento menos y usted, en consecuencia, va a pagar un treinta por ciento menos de su bolsillo.
Una vivienda eficiente que cuente con la categoría más alta de eficiencia energética consume hasta un 85 % menos de energía que una que esté catalogada con el nivel más bajo y con unas intervenciones bastante elementales se puede reducir el 30, el 40 ó el 50% el consumo.
El anunciado real decreto de Certificación de Eficiencia Energética de Edificios Existentes, que está vigente desde el 1 de enero de 2013, nos obliga a que todas las viviendas que se compren, vendan o alquilen en España cuenten con un certificado que avale su comportamiento energético. De esta forma, las viviendas tendrán un distintivo de eficiencia similar al que ya tienen los electrodomésticos. De hecho, las viviendas se clasificarán mediante una serie de letras, que irán de la ‘A’ (máxima eficiencia) a la ‘G’ (grado de eficiencia energética más baja).
Según los cálculos de Anese(Asociación de Empresas de Servicios Energéticos), si un inmueble de categoría ‘G’ gasta al año 20.000 euros en energía, otro con las mismas características pero con categoría ‘A’ gastaría menos de una quinta parte, esto es, menos de 4.000 euros.
Mientras que alimentar energéticamente una casa G cuesta 2.500 euros al año, abastecer una vivienda A supone 200. El hecho de ignorar la capacidad energética de las casas choca más aún en un país como España, donde gran parte del parque residencial es muy deficiente por su elevada edad. De 26 millones de casas españolas, 15 tienen una antigüedad superior a 30 años y otros seis millones se edificaron hace más de medio siglo. Esta cruda realidad energética ha salido a la luz con la tramitación de los certificados de casas para su venta o alquiler. Tinsa Certify ha hecho una radiografía en base a su muestra.Hasta el 43% de las etiquetas cursadas por esta firma (más de 40.000) ha dado como resultado la letra G, la menor calificación, mientras que otro 14% ha obtenido la F y el 36,9% la E. Apenas un 5% de las casas logra etiquetas A, B, C o D.
Desde que la fachada y cubierta aísle de forma eficiente la calle del hogar, que las ventanas no permitan las pérdidas de frío o calor o usar aislantes detrás de los radiadores para que se pierda menos calor por la pared. Una vivienda con una buena eficiencia energética permite ahorrar un 40% en energía y a veces muchas de las mejoras están en nuestra mano.
Desde La Vivienda Eficiente le aportaremos diferentes alternativas para reducir el coste energético de su vivienda tanto para buscar su ahorro, como para preservar el medio ambiente. Nuestros productos de fachadas, cubiertas etc ofrecen un considerable ahorro para usted y para todos. No dude en ponerse en contacto con nosotros si tiene alguna duda, estaremos encantados en informarle sobre cualquier cosa al respecto.